Palma de Mallorca disfruta de un clima mediterráneo, caracterizado por veranos calurosos y secos e inviernos suaves. Gracias a su ubicación costera, las temperaturas suelen ser agradables durante todo el año, lo que la convierte en un destino fantástico sea cual sea la estación.
De junio a septiembre, Palma experimenta altas temperaturas, que oscilan entre los 25°C y los 35°C (77°F – 95°F). El sol brilla hasta 11 horas al día y las precipitaciones son mínimas. La temperatura del mar alcanza unos agradables 26°C, perfectos para nadar y realizar actividades acuáticas. Es temporada alta, y los visitantes acuden en masa a las playas, terrazas y animada vida nocturna de Palma.
El otoño en Palma, de octubre a noviembre, sigue siendo agradablemente cálido, con temperaturas diurnas entre 15°C y 25°C (59°F – 77°F). Aunque la probabilidad de lluvia aumenta, especialmente en octubre, los días soleados siguen siendo frecuentes. El mar se mantiene lo bastante templado como para bañarse hasta principios de noviembre. Es una buena época para hacer turismo y actividades al aire libre sin las aglomeraciones del verano.
El invierno de Palma, de diciembre a febrero, es mucho más suave que en la mayor parte de Europa. Las temperaturas diurnas oscilan entre 10 °C y 18 °C, con noches más frescas. Es posible que llueva, pero no es frecuente, y los días soleados y despejados son abundantes. El invierno es una época excelente para disfrutar de la escena cultural de Palma, desde los mercadillos navideños hasta las animadas fiestas de Sant Sebastià en enero, que llenan la ciudad de conciertos y eventos.
La primavera, de marzo a mayo, ofrece uno de los mejores climas de Palma. Con temperaturas que suben de 17°C a 24°C (63°F – 75°F), hace suficiente calor para realizar actividades al aire libre, senderismo y visitas tempranas a la playa. El campo florece y Palma disfruta de días más largos y soleados. Es la estación ideal para quienes buscan una combinación de buen tiempo, menos turistas y precios más bajos.
Para los amantes de la playa: De junio a septiembre es cuando hace más calor y el mar está más templado.
Para hacer turismo y actividades al aire libre: La primavera (marzo-mayo) y el principio del otoño (septiembre-octubre) son perfectos para explorar la ciudad con temperaturas agradables.
Para una escapada tranquila: El invierno ofrece una experiencia tranquila y cultural con temperaturas suaves y fiestas locales.
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